Quinta semana

Quinta  semana

Jueves 18  de noviembre de 2010

Actividades:

      Lectura

      Repaso de sumas y restas

      Leer  cuentos

      Día de la alimentación

Reflexión:

El día jueves en la institución se celebro el día de la alimentación, algunas maestras hicieron tizana y compartieron con todos los demás docentes y alumnos. Cabe la pena resaltar que en el salón no se celebro y no se hablo nada del tema solo se hizo cuando estaban en formación para entrar a clases. Un tema tan importante fue obviado por la maestra del salón, tal día tuvo que haber sido de mucho provecho para explicarles a los niños todo lo referente a dicho tema, me pareció que se debió aprovechar para hacer diferentes actividades como por ejemplo; llevar  frutas, hortalizas, verduras, etc. Para darles a conocer a cada uno de ellos sobre cómo lograr una dieta balanceada, así como también que cada uno de los representantes estuviese allí en dicha actividad para educarlo en cuanto a la alimentación de sus hijos se refiere. En cuanto a mi opinión yo hubiese hecho algo parecido porque muchas veces lo padres no le dan una alimentación adecuada a sus hijos.

Por otra parte ese día se presento un problema con uno de los alumnos; lo que sucedió fue lo siguiente: en el salón estaba una suplente de una de las profesoras que no asistió ese día por motivos de salud  debido a ello los niños no hacían mucho caso,  todos estaban muy inquietos y  uno de ellos cerró la puerta y la reja, no había manera de abrirlas por dentro sino por fuera. Uno de los niños al ver que la profesora y la suplente estaban tratando de abrirlas y gritando a ver si le escuchaban, a el niño le dio una crisis, comenzó a llorar y a decir que él no se quería quedar encerrado, que le iba a pasar algo si se quedaba allí, no paso mucho tiempo en que se dieran cuenta de que nos habíamos quedado encerrado, pudieron abrir la puerta y el niño salió corriendo desesperado al centro del patio cerca de la cantina gritando y llorando. Por fin lo pudimos calmar y decir que no había pasado nada le explicamos lo que sucedió y yo hable con él, le pregunte el porqué de esa reacción y él me dijo que no le gustaba el encierro, que le daba miedo que le pasara algo. Con todo esto me pareció que el niño era claustrofóbico, o que eso se debía a maltrato en el hogar.

Nunca había visto algo parecido menos en una persona tan pequeña de edad, no sabía qué hacer en ese momento porque fue un caos por decirlo así.  Esta experiencia jamás se me va a olvidar, hay que tener en cuenta que casos como estos se nos presentaran en cualquier momento, u otras cosas más, tenemos que hablar con cada uno de sus padres para que traten de una mejor manera a sus hijos porque de lo contrario sufrirán cuando crezcan y además algo muy importante saber  tener control del grupo,  y saber qué hacer en estos casos.